La Enfermedad de Alzheimer se caracteriza por una pérdida progresiva de las funciones cognitivas cerebrales, como la memoria, el juicio, el pensamiento abstracto y el lenguaje, así como la aparición de problemas psicopatológicos y de comportamiento. El paciente va perdiendo poco a poco su capacidad. Se trata de un proceso de deterioro que afecta en primer lugar a la memoria del enfermo. A ello le sigue la orientación, coordinación motora y capacidad intelectual. La fase final se caracteriza por la incapacidad absoluta para coordinar las funciones más elementales.
En Fonserrana más de un 10% de residentes tienen diagnosticada demencia tipo Alzheimer, entre otras.
Todo nuestro equipo trabaja conjuntamente con este tipo de demencias a diario, de modo que se atiende al residente adaptándonos a los diferentes niveles en los que se encuentra la enfermedad.
Desde el departamento de Psicología y Terapia ocupacional, se llevan a cabo programas de estimulación cognitiva, estimulación sensorial, psicoestumulación, musicoterapia, todo ello para favorecer el manteniendo de capacidades cognitivas, adaptándonos al nivel deterioro de cada residente, incluyéndolo en terapias grupales o más individualizadas en los casos de mayor deterioro.
Desde el departamento de Fisioterapia conjuntamente con el de Terapia Ocupacional se llevan a cabo actividades de psicomotricidad, marcha, movilizaciones, etc… con la intención del mantenimiento físico del enfermo, previniendo así la aparición de inmovilidad y todo lo que ello conlleva, aparición de úlceras por presión, rigideces en articulaciones, etc…
Desde el programa de AVD y laborterapia, la terapeuta ocupacional trabaja de forma más individualizada para que los residentes con demencia puedan seguir realizando, en la medida de lo posible, tanto las actividades más básicas, como aseo, vestido, comer, así como participar en actividades de ocio .
Desde el departamento médico y de enfermería se lleva un seguimiento de la evolución de la enfermedad, llevando un control farmacológico y colaborando en los seguimientos de especialistas.
Además, como es habitual en esta enfermedad, crónica e incurable, los enfermos van perdiendo inevitablemente capacidades hasta el punto de convertirse en personas totalmente dependientes, es por ello que atendiendo al nivel de dependencia de cada uno se trabaja garantizando en todo momento la cobertura de todas sus necesidades, que desgraciadamente no pueden satisfacer por ellos mismos.
Porque en Fonserrana sabemos que“ El Alzheimer es una incurable, pero no incuidable”.